
Un equipo de arqueólogos de la Misión Alemana Iraquí de la Junta Estatal de Antigüedades y el Departamento de Oriente del Instituto Arqueológico Alemán han descubierto un barco de 4 000 años de antigüedad cerca de la antigua ciudad de Uruk (actual Irak), situada en la ribera oriental del río Éufrates, una zona que poseía tres canales fluviales que la conectaban con el conocido río.
Uruk, también conocida como Warka o Warkah, era una antigua ciudad de Sumer en Oriente Medio a 30 km al este de la moderna Samawah, Al- Muthanna, Irak. Fue fundada en el año 5000 a.C a partir de la fusión de dos asentamientos más pequeños en la orilla del río Éufrates. Uruk no fue cualquier ciudad: se convirtió en una de las primeras urbes importantes del mundo y, probablemente, en el lugar de nacimiento de la primera escritura del mundo (recordemos las tablillas de Uruk, consideradas las muestras de escritura más antiguas conocidas).
La ciudad de Uruk fue un importante centro de población hasta que fue abandonado poco antes o poco después de la conquista islámica de 633-638 d.C.
Características del barco
Su estructura de juncos, hojas de palma o madera que alguna vez lo cubrió, desapareció hace mucho tiempo debido a que se trata de material orgánico, pero dejó atrás la huella del betún, del alquitrán negro que una vez cubrió esta estructura del barco. El betún era un tipo de petróleo semisólido que se usaba en Mesopotamia en la construcción de edificios y para impermeabilizar barcos de caña. Y es suficiente para que los arqueólogos saquen interesantes conclusiones: en su apogeo, el barco habría sido una embarcación relativamente delgada, de 7 metros de largo y alrededor de 1,5 metros de ancho, idónea para navegar por los ríos y canales de la antigua Sumeria.
Descubriendo un barco mesopotámico en el desierto
El barco se descubrió por primera vez durante un estudio de los alrededores de Uruk-Warka en 2018, donde se documentó fotogramétricamente.
Según el lugar en el que se encontró el barco, enterrado en capas de sedimento limoso, parece que el navío se hundió en un río, que lo enterró rápidamente y lo preservó durante los siguientes 4.000 años. Hace unos años, la erosión comenzó a revelar el contorno del bote, que los arqueólogos documentaron con fotografías y mediciones digitales en aquel año.
Teniendo en cuenta que Uruk estuvo una vez “rodeada de pantanos de juncos de agua dulce, suelos fluviales fértiles y cursos de agua que daban acceso a las ciudades vecinas y al Golfo Pérsico”, no es de extrañar que haya sido posible encontrar un barco en pleno desierto. Con el tiempo, y gracias a los efectos del cambio climático, el cauce del Éufrates se secó, mientras que el propio río principal también cambió de curso y se alejó mucho más.
De acuerdo con la ley de antigüedades de Irak, el barco mesopotámico fue llevado al Museo Iraquí en Bagdad para su estudio científico y mayor conservación. Informe extraído de la revista científica muyinteresante.es
Referencia:
4000 Jahre altes Boot bei der antiken Stadt Uruk notgeborgen
Deutsches Archäologisches Institut
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